martes, 27 de noviembre de 2012

Gandía Shore se supera con una brutal bronca, una escena lésbica y el primer (y escandaloso) ¡trío!

El sexto capítulo de 'Gandía Shore' emitido el domingo 18 de noviembre de 2012, fue, posiblemente, el más escandaloso visto hasta la fecha. Hubo de todo, desde las habituales broncas hasta escenas lésbicas muy sorprendentes. Pero aún lo mejor está por llegar.

Todas las semanas digo lo mismo: a 'Gandía Shore' le sobran tres cuartas partes de cada capítulo pero cada semana lo espero con impaciencia. Y es que el docu-reality de MTV, aunque adolece de un montaje tedioso, va superándose por momentos y estos ocho jóvenes consigen estremecernos y sonrojarnos.

El capítulo 6 recogió el testigo del anterior, que se quedó en plena bronca entre Ylenia y Core. En realidad, no era una bronca sino un machaque en toda regla de la primera hacia la segunda.

¿Que qué me pasa? Que eres muy puta, tía. Que no te da bola ni Dios.

Le dedicó Ylenia a la otra. Y todo porque, un par de minutos antes, Core le había "puesto el ojete en toda la cara" (esta frase no es mía, es de 'Gata', que uno tiene un límite) a Labrador, el 'chico' de la rubia. Ésta unió celos y alcohol y, lógicamente, por poco le arranca el pelo a su compañera.

Y mientras las cosas se calmaban en plena playa, Gata -que tiene una pinta de lianta y de falsa que no puede con ella- le decía a Core que Ylenia tenía razón. Por su parte, Labrador ya decía que lo suyo con Ylenia estaba muerto, enterrado y con misa de por medio. La siguiente secuencia que vimos es la de la pareja durmiendo junta. No hubo sexo, pero sí 'cariñitos'.

Pero antes de llegar a casa ocurrió algo curioso. En la playa, mientras las chicas estaban a la gresca, Abraham se quitó la ropa (acompañado de unos desconocidos), se quedó en tanga (de lentejuelas) y comenzó a dar saltitos 'femeninos' mientras se zambullía en el agua. Sí, vale, puede ser en plan broma pero es una gota más en un vaso de agua rosa. Y es que, por mucho que él insista, la audiencia ya tiene un dictamen (lo dice Twitter): este chico es homosexual y muy listo, porque va de ambiguo, de que le entra a todas las chicas pero luego las aparta como a la peste. Ni lo ha confesado ni tiene por qué hacerlo pero ya es casi evidente. Digo yo que no estaría mal una trama gay en mitad de toda esa vorágine de hormonas heterosexuales, pero no creo que lo veamos.

En fin, al día siguiente y aunque pasaron la noche juntos, Labrador e Ylenia rompieron definitivamente mientras que ella hacía las paces con Core, quien había amenazado (por segunda vez) con irse de Gandía.

El caso es que esta bronca femenina hizo que los chicos crearan un muro de protección y decidieran no volver a salir de juerga con las chicas. Tras una jornada de diversión (muy sosa, por cierto) en los karts, el grupo volvió a separarse y de noche, ellos se fueron por su lado y ellas por el suyo.

Antes de salir Ylenia estaba rabiosa porque sus compañeras iban más horteras que nunca:

Joder para un día que vamos solas a un sitio así de lujo va y se ponen chonis. No me extraña que luego digan que somos unas chonis. Es que me daba vergüenza ajena.

En fin que las muchachas se aburrieron soberanamente mientras que ellos lo dieron todo en las discotecas Dolce Vitta y Bacarrá. Labrador había anunciado que tenía unas "ganas exageradas de follar" y lo consiguió a medias. El chico 'triunfó' con una rubia de enormes atributos.

Las chicas llegaron antes y no querían terminar la noche en plan tristón por lo que nos regalaron una escena bastante escandalosa. Gata y Core se metieron en el jacuzzi semidesnudas las dos y, con la excusa de que era una broma, se 'magrearon' de lo lindo (y se les vio todo, por cierto).

Los chicos llegaron y Labrador le confesó a Ylenia que había conocido a una chica esa noche. La rubia se hizo la digna y para contraatacar se 'coló' en la ducha con él. Ambos se tocaron y acto seguido volvieron a compartir cama. No hubo nada de sexo, según Labrador, pero en plena madrugada, mientras que ella le besaba el cuello, va el chico y le suelta:

No me beses. Chúpamela si quieres pero no me beses.

Ella se limitó a abrazarle y punto.

Al día siguiente, en el trabajo del chiringuito, Arantxa y Core ligaron con tres italianos mientras se preguntaban si la Torre de Pisa estaba en Italia o eso era la Torre Eiffel.

Tras una batalla de paintball que dio menos de sí de lo que prometía, llegó la noche. De nuevo los chicos y las chicas se separaron. Ellas estaban en plena juerga discotequera cuando se encontraron con los italianos del chiringuito y aquí llegó nuestro asombro. Y es que mientras que la buena de Arantxa estaba con uno de ellos, llegó Core se besó con él y luego se lo pasó a la otra para que hiciese lo propio. Sí, sí, un trío en toda regla que no pasó a mayores porque Arantxa se largó de allí sin entender lo que había ocurrido. Obviamente, Core no hizo más que confirmar que tiene un problema para distinguir los límites.

Esa noche, los chicos llegaron a la casa antes que ellas pero las mozas se hicieron notar. Como de costumbre, Ylenia despertó a toda la casa a gritos. Y ahí se quedó la cosa. Anunciamos que quedan dos capítulos para que pase algo muy, muy fuerte que va a tener unas consecuencias brutales.


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